¿Casualidad o Sincronicidad?
- Lobo Federico ( Apuntes )
- 22 ene 2019
- 3 Min. de lectura

¿Crees en las casualidades o en las sincronicidades? El término sincronicidad, acuñado por el psicólogo suizo Carl G. Jung, alude a «una coincidencia temporal de dos o más sucesos relacionados entre sí de una manera no causal, cuyo contenido significativo sea igual o similar». Es decir, se trata de una coincidencia de hechos sin relación de causa y efecto, con significado para el que la experimenta.
Me imagino que todos hemos experimentado un hecho sincrónico. Por ejemplo, estar pensando en alguien y, al instante, esa persona nos llama por teléfono o nos la encontramos por la calle. O necesitamos una información determinada y de repente alguien nos regala un libro sobre el tema o descubrimos una página web que nos ofrece lo que estábamos buscando. Esta sincronía también puede establecerse entre el sueño y la vigilia, por ejemplo, podemos soñar con alguien a quien no vemos normalmente y encontrarlo al día siguiente, lo cual nos suele dejar estupefactos.
Hay que distinguir el hecho sincrónico en el que hay una simultaneidad en el tiempo (el ejemplo de estar pensando en alguien y encontrártelo) de la sincronicidad en la que no necesariamente los hechos se dan en el mismo momento, aunque forman parte de un mismo significado. Pero a veces suceden tan separadamente que nos cuesta relacionarlos.
La sincronicidad suele llegar a nuestras vidas cuando nos encontramos “maduros” para “escuchar”. En un principio puede obrar como un revulsivo a través de hechos que podríamos calificar de “negativos”, con el fin de llamar nuestra atención y forzarnos a descender del trono de nuestra mente lógica y razonable. Al principio nos dejaremos arrastrar por los efectos de esos hechos pero, después,tantas casualidades acabarán por chocarnos, despertando en nosotros una mayor atención para descubrir los mensajes que se ocultan tras la realidad aparente. Será el momento de activar el estado de alerta y dejarnos llevar por la intuición.
La sincronicidad puede aparecer, también, como la respuesta a un problema que nuestra razón no consigue dirimir. Puede que entonces una sucesión de sincronicidades nos ayude a establecer el camino que tenemos que tomar y, al hacerlo, comprobemos que los escollos, simplemente, desaparecen.

En ocasiones, esa sincronicidad se convierte en una concatenación de hechos que encajan impecablemente entre sí dando lugar a momentos de increíble perfección, como si una mano invisible guiara nuestros pasos. Son momentos en que nos encontramos en estado de gracia, en que todo sucede de forma sencilla, sin tener que forzar nada; en los que el control de la mente racional cede el paso a la intuición y nos encontramos en un estado de total apertura. Parece como si flotásemos. Realmente, estamos fluyendo, alineados con la energía del Universo.
Muchas personas no son capaces de escuchar su lado más intuitivo. La incertidumbre ante el futuro les hace establecer en todo momento mecanismos de control que les impiden reconocer las señales que día a día se presentan en sus vidas. En verdad tienen tanto miedo a salirse de sus propias pautas prefijadas que la sola idea de tomar otros caminos entra en conflicto con sus rígidas estructuras mentales.
Este ha de ser, pues, el primer paso para acceder a la sincronicidad en nuestras vidas: abandonar los límites y barreras mentales y promover poco a poco nuestra apertura, comprobando a cada paso que continuamente se nos ofrecen oportunidades, no necesariamente las que nosotros creíamos que eran las más adecuadas, quizás otras donde podamos abo
rdar aprendizajes necesarios para nuestra evolución. Los cambios podrán ser drásticos o sutiles pero siempre habrá una reestructuración de la personalidad en busca de su verdadera identidad.
Desde ese lugar en el que descubriremos nuestra identidad y la fuerza interior que existe en todos nosotros podremos contribuir a generar sincronicidad a nuestro alrededor, “co-creando” para alinear los distintos planos energéticos y plasmando nuestras intenciones en el mundo físico para nuestro beneficio y el de los que nos rodean.Para cuando llegue ese momento, probablemente los resultados materiales serán lo de menos. Habremos descubierto que el camino, en sí, está lleno de un significado más profundo para nosotros.
Estate muy atento. Ahora mismo, en el Universo se está generando la sincronicidad que necesitas. Respira profundamente, cierra los ojos y abre tu corazón a la intuición.
Me encantará que me cuentes tus experiencias con la sincronicidad, seguro que tienes alguna. Hazlo como siempre un poco más abajo, en el recuadro donde dice “Deja un comentario”. Un abrazo.
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